Dulce de Leche

La historia de San Ignacio comienza en 1939 en Rosario, Santa Fe, Argentina, cuando Don Ignacio Rodríguez Soto decidió embarcarse en la producción láctea. Con su convicción y pasión, la empresa creció de manera sostenida a lo largo del tiempo, extendiendo la distribución de sus productos por todo el país.

En 1978, San Ignacio llevó sus productos al mundo por primera vez.  Este hecho marcó un antes y un después para San Ignacio, convirtiéndose en una de las primeras empresas en lograr la certificación para exportar a la Unión Europea.

 Al mismo tiempo se logró Certificación BCRGS para la planta elaboradora de Dulce de Leche, asegurando los más altos estándares de calidad a nivel internacional, siendo San Ignacio una de las 70 empresas en el país que poseen esta Certificación. Actualmente exporta a más de 22 países y es uno de los principales exportadores de dulce de leche de Argentina y del mundo

El dulce de leche La Salamandra es elaborado a partir de ingredientes seleccionados y bajo un cuidadoso proceso artesanal que garantiza su textura suave y cremosa, así como su inconfundible sabor. Este producto emblemático se distingue por su color dorado y su balance perfecto entre dulzura y sabor a caramelo, convirtiéndolo en el acompañamiento ideal para una amplia variedad de postres y recetas.

Con más de 30 años de experiencia en pastelería y repostería, Mardel lanzó en 2000 su Dulce de Leche, basado en recetas tradicionales argentinas. Desde entonces, ha sido reconocida internacionalmente por su calidad, convirtiéndose en la fábrica de dulce de leche más grande de España.

Exportando a más de 30 países, los productos de Mardel están presentes en tiendas minoristas, heladerías, restaurantes, cafeterías y grandes cadenas de supermercados. Su misión es ofrecer productos de máxima calidad, excelencia en el servicio al cliente y alta competitividad en el mercado.

Havanna, la empresa argentina líder en repostería artesanal, fue fundada en 1948 en Mar del Plata por Demetrio Elíades, Luis Sbaraglini y Benjamin Sisterna. Los tres emprendedores decidieron lanzar un nuevo alfajor y venderlo en Mar del Plata, elaborándolo a la vista del público. El éxito del alfajor llevó a la expansión de Havanna a lo largo del territorio nacional, convirtiéndose en un símbolo de la argentinidad a nivel mundial.

A lo largo de los años, Havanna ha desarrollado una amplia variedad de productos para todos los miembros de la familia, incluyendo alfajores, galletitas de limón, havannets, chocolatería y pastelería. La marca se distingue por su calidad, su componente tradicional y sus rasgos artesanales, valores que la han convertido en un clásico argentino y parte de la historia de todos.